viernes, 6 de julio de 2012

Las sucesiones matemáticas como modelo psicológico. El caso del Islam

       Imaginemos una sucesión que empiece del siguiente modo:

1, 2, ...

       Tenemos una muestra reducida, pero si pido que continuemos, seguramente muchos dirán lo siguiente:

1, 2, 3, 4, ...

       Esto tiene mucho sentido, puesto que estaríamos contando del 1 en adelante, estableciendo la regla xn=n, siendo n el orden que ocupa cada número en la serie y x el valor de ese número. Sin embargo, ¿por qué no?, alguien podría completarla así:

1, 2, 4, 8, ...

       Esta persona habría establecido xn=2xn-1, proponiendo que cada número de la sucesión se consigue multiplicando por dos el anterior. Además, aunque haya quien pueda sorprenderse, también sería posible la siguiente sucesión:

1, 2, 4, 7, ...

       ... Y habría tres tipos de personas que continuarían de este modo, uno que seguiría con un 11, otro con un 12 y otro con un 13, puesto que existen tres reglas posibles para continuar esa sucesión, pero por ahora no las voy a revelar, puesto que lo que realmente me interesa es una posible aplicación como modelo. Las matemáticas y la lógica son ciencias formales que establecen un lenguaje que utilizamos para el resto de ciencias (empíricas, experimentales, sociales y aplicadas). Puesto que la función de las ciencias es conocer el mundo y la psicología es una ciencia desde la segunda mitad del siglo XIX, podemos decir con toda seguridad que la aplicación de las matemáticas y la lógica puede llevarse a cualquier aspecto de la vida y sernos muy útiles (no me llaméis friki todavía).
       Pongamos como ejemplo algunos principios del Islam (ahora sí, llamadme friki): 
  • La prohibición de comer cerdo.
  • La prohibición de beber alcohol.
  • La costumbre de cubrir a las mujeres.
       Creo que ya es bien conocido mi recelo ante las religiones, pero nunca había hablado del Islam (al menos no en este blog). Una visión reduccionista procedente de Occidente daría explicaciones parecidas a:
  • Los musulmanes no comen cerdo porque lo consideran un animal sagrado.
  • Los musulmanes no beben alcohol porque lo consideran pecado.
  • Los musulmanes cubren a las mujeres porque son machistas.
       Sin embargo, ¿cuántos nos hemos sentado con un musulmán a preguntar las razones históricas? No digo que haya ni muchos ni pocos, ni que yo sea una persona ejemplar, pero yo lo hice en su día y las respuestas que obtuve fueron más o menos estas:
  • Los primeros musulmanes eran pueblos nómadas que no tenían buenas medidas de higiene con los alimentos y el cerdo es un animal sucio por sus hábitos que podía transmitir muchas enfermedades. Por tanto, Mahoma (ellos prefieren llamarle Muhammad) dictaminó que estaría prohibido comer cerdo (a quien le parezca un motivo estúpido, el cristianismo tiene razones similares contra las enfermedades venéreas). 
  • Los primeros musulmanes eran pueblos poco cívicos que hacían muchas barbaridades cuando bebían en exceso, por tanto, Mahoma dictaminó que estaría prohibido beber alcohol.
  • Los primeros musulmanes eran pueblos nómadas poco cívicos, en su mayoría comerciantes, y los hombres podían pasar largos períodos sin ver mujeres, así que cuando llegaban a asentamientos se enloquecían al verlas y las solían tratar mal (en otras palabras, intentaban violarlas), lo que venía también potenciado por la bebida. Por tanto, Mahoma dictaminó que las mujeres debían cubrirse para evitar la provocación de tentaciones (el puritanismo cristiano no difiere demasiado en este punto).
       En un contexto dado, estas razones pueden parecer obvias, al igual que parecía obvio que el 3 debía ser el siguiente número en la sucesión  [1, 2, ...]; todo funcionará bien mientras el contexto no cambie. Pero cuando el contexto se hace más complejo (la cultura en la sociedad y las reglas en las sucesiones matemáticas), las reglas que se habían definido empiezan a enfrentarse a una mentalidad propia de una nueva época (Zeitgeist). ¿Por qué prohibir el cerdo si podemos mejorar la higiene? ¿Por qué prohibir el alcohol y cubrir a las mujeres si podemos educarnos como personas cívicas?

       Y el primer problema en este caso es que se da una amnesia de fuente: los propios miembros de una cultura olvidan la razón de ser de muchas de sus costumbres y conforme pasa el tiempo y evoluciona su cultura se van aportando nuevos adornos idelógicos que configuran lo que actualmente se aportan como motivos. Y el problema consecuente aquí es que las personas ajenas a la cultura islámica hablan de los musulmanes como gente cerrada, que no entiende la sociedad moderna. Y del mismo modo, los musulmanes hablan de las personas ajenas a su cultura como gente también cerrada, que no entiende los principios básicos. 

       ¿Qué está ocurriendo entonces para que ambas partes califiquen a la otra como gente falta de entendimiento? Está muy claro: ambas partes han establecido reglas diferentes para solucionar un mismo problema, igual que distintas personas establecían reglas diferentes para continuar la sucesión [1, 2, ...]; si alguien ve obvio el 3, será incapaz de entender el 4, y viceversa. Hay que darse cuenta de que, ante un problema con varias soluciones, cada una de ellas nos puede llevar por caminos muy diferentes. Esto no es necesariamente malo, todo lo contrario, puesto que genera una gran diversidad de visiones y quizás todas (o ninguna) se basen en la evidencia; lo importante es tratar de ver qué camino ha seguido cada uno.

       Como conclusión, no voy a declarar qué hábitos me parecen mejor o peor, sino que de forma generalista diré que esa visión con la que he terminado el párrafo anterior puede aplicarse a cualquier ámbito de la vida cotidiana en el que haya una confrontación de ideas. En lugar de atacar una postura, es mejor conocer el razonamiento que ha llevado a ella y buscar un punto a partir del cual colaborar.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...